lunes, 27 de septiembre de 2010

Crepúsculo

En el cantar de los grillos
escucho tu rítmico nombre,
entonado entre largas patas,
en aderezos de pasión y bríos.

Una vez más en un nuevo ciclo,
En una nueva danza, en un nuevo himno.
Tamizando  mis sentidos recuerdos,
Conservando tu sonrisa en pétreas imágenes.

Entre grises guirnaldas te conocí,
en tus revolucionarias consignas repose.
El deber y el tiempo nos desencontraron,
y heme aquí, en los abismos de lo incierto,
que regreso a ti,
que te anhelo tal como entonces,
cuando éramos un par de extraños

En tus infantiles y juguetonas palabras
descanso sintiéndome tan familiar
¿Nos encontramos algún día?
Tu extravío me parece tan ajeno,
Tan ajeno y tan próximo.

Toma mi mano y observa el mundo,
Pequeño Mundo que esbozo entre nosotros,
entre dolores y alegrías.
Escondite de una íntima naturaleza
y de un secreto a vivas voces

En este bulbo críptico y confuso,
entre abstrusas túnicas nacaradas
yace la respuesta que anhelas,
la simplicidad absoluta de una razón resoluta.

La vida se nos da a conocer
a través de un sinnúmero de vivos colores,
de sensaciones estimulantes
y de emociones embriagadoras.

Mediante la opresión en ella
sucumbimos a los sueños y las idealizaciones,
nos enajenamos de la realidad
para respirar una vez más con alivio.

Pero tú,
tú eres un ancla a tierra,
una dolorosa objetividad,
un afrontar la vida tal como se nos muestra,
sin aderezos ni adornos.

Instrumento de la realidad,
limpias de fantasías nuestro contaminado cielo
disipas las nubes de nuestro santuario
y nos muestras al sol brillar por sobre el delirio

Y aunque ya no estés a mi lado,
aunque ya no te pueda asir en mis brazos
(lo que me duele encarnizadamente)
y ya no me dediques tus pacientes esperanzas,
no por ello pierdo esta amarga simiente,
tan solo no se bien qué hacer con ella.

Simiente mortal y gris,
poderosa revolución en una vasija deteriorada.
Quiera mi voluntad por sobre esta plástica arcilla
engendrar alguna maravilla.

Ojala me dejaras tus ojos,
esos círculos concéntricos,
incandescentes y emancipadores,
llenos de amor y de odio.
Visionarios en medio de toda esta mierda,
luminosos a ratos.

¡Amados ojos!
¡Como los extrañaré!

martes, 6 de julio de 2010

En Un Parpadear ó El Pez Oculto

Un niño romantico, soñador ilusionado, persecutor de utopias, frente a un mundo inmisericorde, gris, frio y enfermo. La batalla es dura. ¿que prevalece, los sueños y esperanzas o el pesar y las desiluciones?

Un suspiro en el silencio
y el letargo que abruma,
dolor, nostalgia, perdida y esperanza!
Lo llevo en mi sangre y me asfixia
necesito perderte y seguir adelante,
pero mi corazon no me deja.
Te disuelvo en mis pensamientos,
pero te adueñas de mis emociones
y te pierdo y te anhelo.
Tu rostro es el de todos
te he convertido en mi ninfa celestial
patrona de mis oceanos mentales
y no eres mas que mi fastasma amado
aquel claro de luna soñado
que baña la hierba y mi rostro
de tu calidez argenta
de tu inefable dulzura
de ti,
ansiada utopia femenina.
Y te busco, corro desesperado,
un loco salvaje,
por el bosque enmarañado,
en busca de tu luz, de tu presencia, de tu etereo semblante
hasta que comprendo, al llegar a un arroyo plateado
que no eres mas que aquel resplandor
que vuelve lunaticos a romanticos encantados
y que es el espejismo de la naturaleza
que llama al corazon del hombre
a amarla sin igual.

Una ilusión, un espejismo.... Que desgarro!!! Abrir los ojos, despertar a la vida, aspirar el aliento divino y sumerjirnos de nuevo en el Leteo

Putrefactio

lunes, 7 de junio de 2010

Ni poeta ni revolucionario

En mi nocturno delirio,
este afiebrado espejismo
me pierde de tu mirada
de tus luciérnagas desertícolas.

...Quizás no sea poeta ni revolucionario,
ni vidente o profeta
y aunque me oculte para no extraviarme,
para encontrarme en soledad,
para identificarme individuo,
muy bien acompañado por lo demás,
y miembro de esta hermandad contrariada

ofuscado en frustraciones
sin norte o destino
reflejo inmaduro y difuso
nebuloso en el vacio.

A pesar de tanta contradicción,
seguro de algo;
de lo que debo, siento
y de que a tu lado me encuentro.

Aunque profundamente distintos,
me identifico en ti
te siento mía
amiga, hermana, amante, compañera.

Y no obstante desaparezco por momentos en tu presencia,
no dudes de mi corazón,
que no por ello deja de anhelarte a su lado
de palpitar en tu acorde cadente.