
Y si a la sazón de una sonrisa
seguimos indiferentes su curvatura,
muerta yace la alegría
ante el abismo de lo posible.
Solo existe esta vía
de libertad expedita,
es el reír de lo lindo,
el reír de lo trágico, de lo cómico,
de las miserias y la fortuna.
Jugar a vivir,
que esto es solo un juego,
es el juego de los humildes,
una carcajada a la gravedad,
una despiadada lucha jocosa
y una benévola cólera a la realidad.
Que no hay ser sin razón
ni vida sin lucha,
el tiempo no corre en vano
ni es vano el sonreír de tu corazón.
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